ACTUALIDAD. EL MOVIMIENTO OKUPA

                                                                      (mi casa, desde mi ventana)

Todos los días en los informativos, señal inequívoca de que algo va mal, vemos a

personas desquiciadas porque han okupado sus pisos y nadie hace nada. El Gobierno creo que dice que ya hay instrumentos legales a los que acudir, que los habrá, no digo que no, pero totalmente ineficaces, pues es obvio que la gente está desesperada y cuando quien tiene que defenderte no lo hace pues cada uno se toma la justicia por su mano y actúa en consecuencia, lo que haríamos cualquiera si nos víeramos impotentes para resolver una situación.

Los okupas responden a una ideología que se define por no ser ninguna ideología, son aquellos que no aceptan las normas básicas que nos hemos inventado los humanos para vivir sin matarnos, son cosas tan sencillas como la propiedad, el estado que nos gobierna y los instrumentos de control como policías y fuerzas de seguridad.

Pues bien , algunos individuos deciden vivir al margen de estas normas que aceptamos la mayoría, lo cual sería estupendo si no interfiríeran en nuestras vidas, pero pretenden vivir a costa de los demás, de aquellos que acatan las leyes y toda su existencia la dedican a trabajar para tener una casa y una vida digna.

Por tanto, al contrario que  Bakunin, que decía que la propiedad es un robo, yo opino que la propiedad es sagrada, ya sea fruto de tu trabajo o del de los que te precedieron y no puede haber medidas laxas o medias tintas, el estado está ahí para protegerte y para garantizar tus propiedades.

Ya sé que todos estáis pensando en algún cabo suelto como los desaucios, que no deben confundirse con las okupaciones. Por supuesto también en la cantidad de edificios propiedad de los bancos..Pues bien, son de los bancos, no de los okupas, y si estos individuos se meten en una de esas propiedades, no están haciendo daño al banco sino a los vecinos que compraron sus casas con su esfuerzo y ahora se ven obligados a vivir al lado de estas personas que les perturban con su basura, músicas, gritos, etc...y que además hace que sus propias casas pierdan valor si deciden vender.

Por tanto habría que obligar a los bancos a hacerse cargo de sus propiedades, poniendo a la venta, cerrando adecuadamente o en el peor de los casos derribando y dejando sólo la parcela.

El Gobierno debería dejarse de politiqueos y poner cartas en el asunto. A lo largo de la Historia, cuando se ha puesto en duda o peligro la propiedad, las personas no se quedan tan tranquilas mirando para otro lado, por contra se radicalizan y de eso nadie puede preveer las consecuencias.