martes, 7 de noviembre de 2023

CAMBIAMOS DE HEMISFERIO: NOS VAMOS A SUDÁFRICA Y ZIMBAWE

PRIMERA PARTE DEL VIAJE, JOHANNESBURGO Y CAMINO AL KRUGER
Por donde empezar el relato de tan increible viaje, ni sé... pero bueno lo primero es decir que ibámos de vuelta, y dos horas después de salir de Johanesburgo  hemos tenido que deshacer lo andado por una emergencia médica, y aquí estamos en el avión esperando a ver que pasa, mientras, comienzo mi entrada con la intención de no olvidar nada de lo vivido.
El viaje maravilloso  pero muy duro en cuanto a horas de avión, vuelos internos,  traslados en bus, reparto por hoteles, etc. Salimos de Madrid el 29 de octubre  a medio día, y llegamos al día siguiente a las once de la mañana a Johanesburgo, capital económica de la República de Sudáfrica. La primera sorpresa es que debíamos esperar a más gente que llegaba en otros vuelos. mientras, aprovechamos para comprar tarjetas para móviles y cambiar dinero a ran, la moneda del país. Hacía un frío del carajo dentro del aeropuerto, con corrientes de aire por doquier y como yo no podía dejar de tiritar buscamos un café donde templar la espera. Nos recibió Nancy, una guía Argentina que se ocupa de los visitantes de lengua castellana y portuguesa. Hizo lo que pudo para brear con los inconvenientes que la surgían, que no eran pocos, los vuelos llegaban con retraso, había colas que apenas avanzaban para conseguir los sellos pertinentes, cuando por fín salimos nos encontramos con un autobús que para los cánones europeos llevaría quince años en el desguace, con goteras, no le funcionaban los limpias y por si fuera poco el parasol se descolgó y le tapaba la visión al conductor,  Juanmi, Jaime y Fernando intentaban sujetarle mientras el driver seguía conduciendo a toda leche por las autovías de circunvalación.

 Lo peor era que esa misma tarde teníamos contratada una visita a la ciudad y que pretendían llevarnos de una en ese trasto sin parar en el hotel. La primera decisión acertada fue renunciar a esa visita, bajarnos en nuestro hotel el Signature Lux Hotel Sandton, que recomiendo por su ubicación, al lado de la plaza de Nelson Mandela, en pleno centro. Es cómodo y moderno, quizás con un espacio un poco escaso para dejar la maleta abierta, pero bueno, para una noche valió. No voy a valorar los desayunos pues me he limitado a la fruta, café y una tostada o bollo.
Una vez instalados pedímos una furgo con conductor para nueve y nos pusimos en marcha a conocer la ciudad.

Lo primero el estadio de futbol en el que España ganó el mundial, inexcusable para todo futbolero que se precie de serlo.

 Queríamos ir a Soweto, una ciudad enorme de tres millones de habitantes, que surgió a partir de un poblado de casuchas para los trabajadores de las minas de oro y que durante los años del régimen del apartheit creció con toda la población negra obligada a desplazarse desde los barrios que el gobierno decidió dejar solo para blancos.
El resto del mundo supo de la existencia de este barrio en 1976, cuando la policía blanca disparó contra una manifestación de estudiantes negros y mató a 566 de ellos que protestaban porque se les quería obligar a estudiar en idioma Afrikaans, lengua de los antiguos colonos holandeses y que ellos desconocían. En plena manifestación se tomó una fotografía de alguién que corría despavorido con un niño en brazos que acababa de recibir un disparo, era Hector Pieterson, que resultó muerto y se convertiría así en uno de los mártires del citado régimen.
Si eres una entusiasta de la lucha por la libertad, como es mi caso, tampoco puedes dejar de pasar por la calle en la que vivieron dos premios nobel de la paz como fueron Mandela y Desmond Tutu.

Hicimos una merienda/cena en esa misma calle, un poquillo más abajo. Ese momento de sentarte con la cervecita/vinito, después de un día tan duro, no tiene precio😊.
Aún queríamos pasarnos por las torres de una antigua central térmica ahora pintadas con preciosos graffitis y que son uno de los iconos de la ciudad.

De camino al hotel una última parada en el Museo del Apartheit, cerrado los lunes, que me dolió no poder ver ya que está considerado uno de los más didácticos del mundo.
Aunque llevábamos muchas horas sin pillar una cama, Maca, Tere y yo salimos a ver la Mandela Square, y tomar la última en una taberna española🍻🍷. Había un centro comercial, con restaurantes y tiendas de lujo, entre ellas las joyerías con uno de los símbolos de pais que son los diamantes. 
Esta corta visita nos dejó imágenes significativas en la retina, una gran parte de la población que vive en township, es decir poblados chabolistas desde el punto de vista  europeo. Un centro financiero, CBD, que podría estar en cualquier ciudad de cualquier continente. Y mucha, mucha seguridad, todas las casas y parcelas rodeados de vallas electrificadas, con razón se considera a esta ciudad como una de las más peligrosas del mundo. 
Al día siguiente a las 7,30 de la mañana salíamos para el Parque Nacional del Kruger. Otro día durísimo, ya que nos desviamos del camino más recto para ver los espectaculares cañones del río Blyde, con tan mala suerte que al llegar llovía "si Dios tiene qué" y había niebla, con lo que no nos dejaron pasar. Muy cerca, el río formaba en un cañon unas formas espectaculares, lo que llamamos en geología marmitas de gigante, esas sí pudimos verlas, bajo una lluvia torrencial, Bourke's Luck Potholes, todo ello en la provincia de Mpumalanga, hay senderos para  recorrer y puentes desde los que observar. Finalmente sería lo único que pudimos aprovechar de ese día de viaje.

 Llegamos tardísimo y agotados al hotel, tras tantas horas de viaje.
Nos alojamos en el hotel Kruger Mpumalanga Destiny Lodge . bueno, también recomendable, es bonito,  con cabañas entorno a un espacio verde central, en el que exhiben sus plumas fantásticos pavos reales que te despiertan por la mañana. Quizás está ya un poco viejo, yo renovaría los baños. Hicimos dos cenas y dos desayunos, que estuvieron bien y tomamos una cervecita en su terraza, viendo la puesta de sol y conversando con una pareja muy simpática de Bargas que viajaban con nosotros. El momento recordaba a Falcon Crest😉🍷.
Había que cenar rápido e ir a dormir que nos recogían a las 7 de la mañana para hacer el safari, uno de los platos fuertes del viaje. ¿Haría por fin buen día? Parece que las previsiones meteorológicas eran buenas... veríamos🤞




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