Javier Reverte es uno de mis escritores contemporáneos favoritos, seguramente porque en otra vida me hubiera encantado hacer lo que él. Consiguió, después del éxito de ventas de su trilogía sobre África, vivir de la escritura. Viajaba para escribir y lograba así aunar dos de sus pasiones, los libros y los viajes.
Murió hace poco, en los años de pandemia, pero a mí me ha dejado una amplia producción literaria pendiente.
Había leído alguna novela, Canción de Mbama", y alguno de sus libros de viajes como "Corazón de Ulises" .También decidí que cuando fuera a abordar un viaje, primero me empaparía de sus vivencias y eso hice con "New York, New York". "La frontera invisible", sobre Irán, que se publicó a título póstumo, fue uno de mis regalos de cumple y me dejó con unas ganas enormes de ir para allá, lo dejamos pendiente, nunca se sabe...😉.
Ahora, mi amiga Tere, me recomendó "La noche detenida", una novela sobre la guerra de Bosnia, me ha encantado. Un viaje a Sarajevo de tan solo cinco días de un reportero muy parecido a él mismo.
La ciudad estaba sitiada por los serbios, los francotiradores disparando sobre la población civil. Una locura como lo son todas las guerras. Las de los Balcanes en los noventa habían sido las últimas hasta el actual conflicto ruso/ucraniano.
Sus frases tan sabias te hacen replantearte la actualidad, dice por ejemplo: "En las guerras todos pierden". Yo estoy totalmente de acuerdo, quién le va a devolver la vida a los chiquillos muertos en cualquier bando. Putin y Zelenski tendrán sus razones, las que sean, más o menos legítimas, pero las ciudades destruidas, los refugiados, pero sobre todo los muertos, eso ya está perdido para siempre. ¿Más ayuda, más cazas, más tanques...? Eso favorece a unos pocos, pero perjudica a muchos. La diplomacia para poner fín a las hostilidades, mejor hoy que mañana, es lo único que el conflicto necesita, bajo mi humilde punto de vista.
Volviendo a Reverte, reflexiones muy acertadas también sobre los nacionalismos exacerbados. En el caso de Bosnia fueron serbios, croatas y musulmanes, que llevaban siglos conviviendo en aquel territorio, sin problemas relevantes, y de la noche a la mañana eran enemigos irreconciliables.
Pues lo dicho, cortito, se lee en un plis plas, emociona y además se aprende.
Ahí lo dejo.😉
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