No exagero lo más mínimo si digo que es con diferencia el peor conservado de entre los pueblos de la Sierra y la Ribera. Y si no me creéis haced un tour turístico por la zona y encontraréis pueblos preciosos, algunos especialmente bien cuidados como ya he señalado en post anteriores.
Aquí falla todo. La estética ha sido algo que no se ha valorado ni lo más mínimo. Además de las ruinas sumemos unas calles encementadas, incluso algunas con un asfalto horrible. Como las canalizaciones de agua corriente no se han arreglado desde el año la pera (1974) constantemente hay averías y está todo parcheado, después de pasar temporada larga siendo primero una zanja y luego un barrizal se terminan cerrando de cualquier manera.
Ni te digo los cables, preciosos. Desde que hace que se están intentando enterrar en montones de municipios grandes y pequeños, lo ves por cualquier comarca que recorras del suelo patrio. Dan un aspecto que a mi me recuerda a las ciudades de América Latina donde absolutamente todo el cableado cubre fachadas y balcones, traspasando calles y esquinas, afeando absolutamente todo.
Cuando los tejados se han ido hundiendo, no se ha hecho otra cosa que derruir la casa hacia dentro, y se convierte en un amasijo de piedras, vigas y enseres entre los que empiezan a crecer los saucos y la maleza. Tiempo después salen, literalmente, sapos y culebras a pasear por las calles del pueblo.
Ya sabemos que a los vecinos les ha salido más a cuenta construir fuera o comprar chalets preparados para entrar a vivir, pero habría que pensar en intentar revertir, aunque sea complicado, esta tendencia.
Desde el Consistorio se trabaja el tema de forma muy insuficiente, bajo mi modesto punto de vista. Incluso lo suyo se lo dejan arruinar o lo destruyen. Estoy pensando, como no, en el tejado de las escuelas, que no pararé de repetir que hay que conservar. Sí, hablo de la madera, cueste lo que cueste o sirva para lo que sirva. Del mismo modo el querer cambiar la puerta de la iglesia y no restaurarla, éso se hacía hace cuarenta o cincuenta años, cuando el patrimonio no tenía valor, pero ahora lo tiene, aunque solo sea valor sentimental.
Voy con otro bien del Ayuntamiento, la casa de Leoncia, que tiene una antigüedad y un valor inusual por la forma de construir, piedra sin argamasa y por la espectacular epigrafía. No puede ser tan complicado, hacer un tejado y restaurar ese espacio tan pequeño.
Al margen de ideologías, repito, al margen de ideologías, la corriente conservacionista, se ha ido imponiendo no solo a nivel legislación, sino también a nivel de intención. Dentro de un mundo globalizado, cada comarca, cada villa o aldea ha de destacar por sus valores, costumbres, construcciones o usos tradicionales, que lo diferencian del resto.
Ahora que está tan de moda aquello de "poner en valor"... pues éso quiero decir que hay que poner en valor lo nuestro.
Parece que partimos con desventaja, pero esa pasividad durante los últimos cincuenta años hace que se hayan conservado un centenar de construcciones que de haber tenido el pueblo mayor dinamismo y vitalidad habrían desaparecido. Por otra parte y aunque cueste creerlo, en los siguientes cincuenta años el cambio climático hará que esta zona, montañosa y a muchos metros sobre el nivel del mar, cobre una especial relevancia, hasta puede que venga gente a vivir por estos lares, y se anime el mercado inmobiliario ¿Quién sabe?...
Y para terminar y en conclusión, instar a nuestros gobernantes a que estudien fórmulas para que se construya dentro del casco, rehabilitando casas y casillas en la medida en que se pueda. Y empezar a ver la manera de que haya una oferta de vivienda barata en alquiler pues se está viendo que es necesaria y muy insuficiente lo que se oferta actualmente, aunque ese tema lo dejamos y analizamos más despacio en otra ocasión 😊.
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