El pin parental permite que los padres se nieguen a que sus hijos reciban ciertos contenidos ideológicos en el instituto. Que traducido al día a día es: "mi hijo no se queda a ética, valores, educación para la ciudadanía, o como se le quiera llamar a la asignatura en cuestión".
Los temas en conflicto suelen ser sobre todo los que tienen que ver con el respeto y tolerancia a los colectivos LGTBI, también con el feminismo, la violencia de género, con la inmigración e incluso con la ecología ya que la extrema derecha niega el cambio climático.
¿Y deberían poder los padres tener libertad para elegir la negativa y que no se enseñen a sus hijos estas doctrinas, valores ( o como se les quiera llamar)?
Pues la respuesta es clara y contundente: NO, jamás debe tolerarse el "pin parental", nunca debe aceptarse como moneda de cambio en política. Me explico:
Los profesores de los Institutos públicos españoles y de los Centros concertados, deben enseñar ésta y otras asignaturas con arreglo a los Derechos Humanos, así como a la Constitución y las Leyes de España.
Con ésto no quiero decir que no pueda cuestionarse lo establecido, la Constitución y las leyes pueden superarse, por supuesto, y esos planteamientos ayudarán a desarrollar el sentido crítico.
Pero es obvio que cualquier modificación habrá de hacerse respetando los Derechos Humanos, y los planteamientos de la extrema derecha que fomentan la exclusión, el desprecio, e incluso el odio, no lo hacen.
Cualquier ideología de estas características estará fuera de lo que recoge la normativa legal y por tanto si uno quiere educar así a sus hijos tendrá que ser en el ámbito privado, nunca sostenido por fondos públicos.
Los profesores, todos, no sólo los de estas asignaturas, deberían inculcar de manera transversal estos valores a sus alumnos. Y para que no tengan miedo de caer en adoctrinamientos, que simplemente se ciñan al repeto por la Democracia, los DDHH, a las líneas de actuación de la ONU y demás Oganismos internacionales.
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