Cierras los ojos, y de repente estás en 1991, me he levantado para ir a trabajar pero desde la calle me he vuelto porque me ha dado un dolor muy fuerte, es que estoy de parto aunque yo todavía no lo sé, voy a esperar para ver si se pasa y me voy al curro aunque llegue más tarde. Bueno, mientras, llamo a Jose y se lo cuento, ay, no...que todavía no existen los móviles, pues luego a la tarde. Me vuelve a dar otro dolorazo, cuando se va pasando abro el libro que me compré ayer (en Fuentetaja), "El clan del oso cavernario", sigo leyendo entre dolor y dolor.
Al rato me llaman Cruz y Begoña, y les cuento, me dicen que apunte cada cuánto me da el dolor. Al salir de trabajar se pasan por casa y me dicen que estoy de parto. Llamo a Maca y Jaime y me llevan al hospital y avisan a Jose.
Abro los ojos y estoy en casa, en el pueblo, tengo 57 años y he tenido que jubilarme. Entra un sol radiante por la ventana y Jose me mira porque no me muevo, es que es el cumple de mi niña, voy a prepararle alguna sorpresa.
Así en realidad se me ha pasado la vida. En un abrir y cerrar de ojos. Carpe diem eso es lo único que puedo decirte, Beatriz, te queda mucha vida, unos años preciosos, disfruta con lo que puedas y lo que te vaya pidiendo el cuerpo en cada momento.😘❤
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