LIBROS: UNA EDUCACIÓN TARA WESTOVER

Impactada he quedado tras la lectura de este libro, una biografía de Tara Westover, nacida en 1986 en Idaho en la América rural más profunda y dentro de una familia de mormones fundamentalistas, que nos cuenta su propia vida.

¿Recordáis el mito de la caverna de Platón?, aquellos seres que permanecían en una cueva encadenados y que veían proyectarse en el muro frente a ellos las sombras de personas y objetos que proyectaba un fuego situado tras ellos? Pues estos seres estaban absolutamente convencidos de que esas sombras eran la realidad, puesto que no conocían otra cosa. Enfrentados finalmente a la luz del día y a la apariencia de las cosas fuera de la caverna, dudaban de cual era la realidad, lo verdadero, si lo de dentro o lo de fuera.

Pues eso mismo le ocurrió a Tara, ella se crió en un mundo cerrado, no se le permitió asistir a la escuela, tampoco la llevaron jamás al médico, ni tuvo amigos, se crió entre un montón de chatarra rodeada de suciedad y violencia. En su casa sólo se hablaba de la inminente llegada del fin de los tiempos, y para ello se preparaban, almacenando conservas y gasolina.

Finalmente Tara consigue aprobar, no sabemos cómo, un examen de ingreso a la universidad y sale de ese mundo asfixiante en el que vivía. Pero el camino es muy difícil, tampoco comprende lo que encuentra fuera. Ya no cuento más, sólo digo que es, bajo mi punto de vista, un imprescindible entre los lectores que se precien de serlo.

Hay una cuestión que voy a tratar a propósito del título del libro "Una educación", tengo el convencimiento de que en muchos ámbitos se cree que la enseñanza debe estar encaminada a la búsqueda de un empleo, ese es uno de los fines, pero el fin más importante del sistema educativo es o debería ser la formación de personas, que sean capaces de vivir en sociedad y que desarrollen un espíritu crítico y de juzgar por si mismos lo que les rodea.

Cuanto menos cerrados sean los círculos en que nos movamos, cuanto más leamos, cuanto más viajemos, más se abrirán nuestras mentes y menos posibilidad habrá de que nos manipulen.

En lugar de "Una educación"  yo hubiese titulado "La educación".