No recuerdo en qué momento había visto en TV algún reportaje en el que se hablaba de Covarrubias, pueblo burgalés de "los más bonitos de España" y tuve conocimiento en aquel momento de la existencia de Kristina de Noruega, una princesa que vino a casarse desde tan lejanas tierras con un hermano de Álfonso X de Castilla allá por el siglo XIII.
Se descubrió hace sólo unos pocos años el sarcófago de la que se cree debió ser dicha dama, en la colegiata de este pueblo, y ha dado lugar a una fundación que lleva su nombre y que sirve para fomentar las relaciones hispano-noruegas, ya sean, culturales, comerciales o de cualquier otra índole.
Fotito de hace unos años en la Plaza
de Covarrubias, con nuestros angu-
rianos favoritos.
Un poeta islandés contó la odisea que supuso el viaje de la princesa, y parece que le pidió a su marido, como regalo de compromiso, que levantase una capilla en honor de San Olav, patrón de Noruega, deseo que no vio cumplido la novia. Por esa razón la fundación ha promovido el levantamiento de dicha capilla, que con casi ochocientos años de retraso ha venido a colmar los deseos de esta princesa viajera.
La procedencia de la viajera, la ciudad
noruega de Bergen también la conozco
Por lo visto llueve trescientos días al
año (doy fe).
Volví a caer en la tentación de la novela histórica, y aunque suelo despotricar de ella he de decir que rondó por mi cabeza la idea de abandonarla, ya que las sagas de reyes noruegos me resultaban un tostón, a medida que iba avanzando en páginas, me iban intrigando ciertos lances que se planteaban, el porqué de su repentina enfermedad, el desenlace, las relaciones con su esposo, los intríngulis políticos que habían llevado a su matrimonio...
Espido Freire, consigue aquí presentar una particular versión de los hechos y te mantiene en tensión hasta el final, dando finalmente algún vuelco inesperado y sorprendiendo con el desenlace.
En Burgos, recaló la dama camino de las
Huelgas, donde pasaría su primera
Nochebuena en España.
Desde el punto de vista histórico te deja para la reflexión aquella incipiente "globalización", complicada política internacional parece para el medievo. Alguna licencia debe permitirse, pero los personajes son reales, o eso parecen en su mayoría.
Aquí, en Santa María la Antigua de
Valladolid, se casó con el infante Felipe.
Se me olvidaba también contaros que este personaje ha dado lugar a rutas histórico/literarias, una de peregrinación de Burgos a Covarrubias, por parajes naturales para recorrer a pie o en bici. Otra por los lugares que recorrió, desde Bergen en Noruega a las ciudades castellanas de Soria, Burgos, Palencia, Valladolid y Sevilla.
Sevilla fue el final de su periplo. ¿Murió
de nostalgia y de inadaptación al clima?
No sé...
Yo añadiría una última por los que fueron sus señoríos en Ávila, las villas de Piedrahita, Valdecorneja (Barco), El Mirón y la Horcajada, que se entregaron a su marido, por el rey, como regalo de boda para que con sus rentas se ayudara al sustento de la pareja.
De nuevo descubro a una fascinante mujer, ahí os la dejo 😉.
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