La vida contada por un sapiens a un neandertal.
Muy, muy interesante, he aprendido muchas cosas. Conocía a Arsuaga desde hace muchos años, he leído algunos de sus libros, y a Millás de leer sus artículos en El País. Ambos me parecen geniales.
Pero lo que quiero contar aquí, es más bien para desahogarme, porque estoy un poco dolida con ellos, al menos con Millás que es el que escribe el libro.
Se preguntarán ustedes el porqué, pues verán, en uno de sus capítulos viajan a la provincia de Ávila (de la que soy natural, como ustedes bien saben), a tierra de los antiguos bettones (que yo hasta ahora escribía con v) y más concretamente al Castro de Ulaca , y una vez visitado comen unas patatas revolconas en Solosancho, que decepcionan al señor Millás y dice que es un plato poco elaborado comparado con la fabada asturiana , la paella valenciana o el pote gallego.
Lo que yo quería explicar a él o a quien me lea, es que si quieres una comida comparable a las anteriormente nombradas, deberías haberte decantado por unas judías del Barco o por un chuletón de avileño, por ejemplo. Las revocolnas, son una comida de pobre, que aliviaba las hambres en épocas de escasez, y que si bien pueden tomarse de primero, los autóctonos tendemos más a comerlas como tapa, con su torreznito e incluso su rodajita de cebolla cruda, en una cazoleta pequeña de barro y acompañando a un buen Ribera del Duero o un Toro.
Pero bueno, lo que de verdad me ha dolido es la frase : los bettones eran unos pobres diablos llenos de piojos. Suena ofensiva o ¿no?
Pues ante tamaño desagravio, yo me declaro bettona, comedora de revolconas (se comían muchas en la Segunda Edad del Hierro, ah no... que vinieron después, de América).
De hecho me estoy planteando fundar el Partido Nacionalista Betton, y como no podía ser de otra forma, pedir la independencia.
Porque... pregunta Millás a Arsuaga de qué vivirían los bettones hoy en día, y responde éste que de las subvenciones. Pues efectivamente, de subvenciones y pensiones vivimos porque no hay otro tejido productivo que la ganadería (un poco de turismo rural que está parado por la covid) y porque sólo hay mayores.
Nadie ha sabido detener la sangría demográfica de esta España Vaciada, porque los políticos son de Madrid, o de Barcelona, o de vaya usted a saber donde, y a ninguno le ha interesado nunca el mundo rural. Y de los políticos chupopteros, perdón autonómicos he querido decir, mejor ni hablar.
Así que decidido necesitamos un referéndum de autodeterminación urgentemente, queridos bettones, ¿no les parece?, que veo que nadie nos entiende y también a nosotros España nos roba, pero algo mucho peor que a los catalanes, a nosotros nos quita a nuestros hijos y nietos, que deslumbrados por las luces de la civilización, dejan nuestros castros para luchar por independencias ajenas.
He dicho...
Totalmente de acuerdo contigo. Se puede decir más alto pero no más claro. Ah!! Y para que se sepa, me declaro fan absoluta de las patatas machaconas, son deliciosas!! Besos.
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