Este fin de semana he visto la exposición que hay en Madrid, gratis hasta fin de año, de pintura española de los siglos XIX y primer tercio del XX,
muy interesante y completa.
Puede ser una forma de iniciarse en pintura española de esta época, que me da la impresión de que es un poco desconocida para el gran público.
Se parte del Neoclasicismo, con una suerte de banderillas de Goya. También se repasa un poco el retrato con Vicente López y ya en la siguiente sala se ve el retrato del Romanticismo. Hay algunos muy buenos de Federico Madrazo, que tenía como clientes a la vieja aristocracia y a Esquivel con retratos estupendos, con gran penetración psicológica de los personajes, muchos de ellos de políticos y de la incipiente burguesía. Hay otra escuela en Sevilla, con Barrón y sus vistas de Sevilla, que hace pintura costumbrista del gusto de las nuevas clases adineradas, que quieren decorar sus salones con imágenes bucólicas de su ciudad.
El Realismo no se parece mucho a esa tendencia Europea en la cual se intenta hacer una denuncia social de campesinos o de esa nueva clase de desarrapados que son los obreros de la naciente industria, aquí más bien se sigue con esa tradición costumbrista, que retrata tipos y costumbres populares, continúa además haciéndose retrato y comienza la corriente paisajista, que ya se extiende por Europa de la mano de los impresionistas. Aquí destacan nombres como Fortuny, que viajó a Marruecos (corresponsal de guerra) y quedó fascinado por la luz y por la cultura de aquellas tierras.
Hay que destacar también la figura de Haes, hispano-belga que enseñó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y que fue el que introdujo en España la pintura al aire libre y con ella el impresionismo Hay en esta sala un paisaje espectacular de Eliseo Maifrén. Muy bueno también Beruete y sus paisajes inundados de luz.
Hay otra temática que no podemos olvidar y que viene desde el Romanticismo que es la corriente historicista con Rosales. Algunas obras recrean el Siglo de Oro español y nos muestran escenas como sacadas del Lazarillo de Tormes, en otras creíamos estar viendo a Alatriste.
Y así llegamos a Sorolla, del que hay una buena muestra, con las imágenes que todos tenemos en nuestra retina de él, niños en la playa, su mujer e hijas en el jardín, escenas de pescadores llegando a la playa, en fin , no me extiendo con Sorolla por ser sobradamente conocido por todos.
A partir de Sorolla, el arte tiene que buscar nuevos caminos, esas nuevas tendencias, las corrientes postimpresionistas y vanguardistas que ya avanzaban por Europa y que dejaron aquí cosas muy interesantes como el novecentismo catalán, representado en la muestra con Rusiñol, Casas y Anglada Camarasa y con Mir, Sunyer y Nonell (éste último con sus gitanas, que recuerdan mucho al expresionismo alemán.
En el norte surgen también tendencias muy interesantes Iturrino (fauvista), Zuloaga más apegado a la tradición e influenciado por el Manierismo y más concretamente por el Greco,o también Zubiaurre, más naif, buscando la esencia de lo vasco.
Una figura interesantísima es Darío de Regoyos, impresionista y puntillista y en la escuela andaluza Julio Romero de Torres y ese estilo tan particular figurativo, plano y simbolista.
No se puede dejar de comentar la figura de Plensa, en el patio, genial.
Por tanto propuesta muy recomendable está visita.
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